martes, 10 de marzo de 2009

El Islam en España

 

I.- Breve reseña histórica. Desde la invasión musulmana (s. VIII) hasta la reconquista cristiana (s. XV).

La invasión musulmana de España se inicia en el año 711, cuando Tariq, con un ejército de doce mil hombres, en su mayoría beréberes, cruza el estrecho de Gibraltar con el objeto de intervenir en las disputas internas de la aristocracia goda y de derrocar las fuerzas del Rey Rodrigo en Guadalete. La debilidad del estado visigodo le animó a invadir la Península, cuyos principales puntos fueron ocupados en el año 725. “De este modo, lo que había comenzado como una simple ayuda militar se convirtió en una dominación que transformó la estructura social, política económica y cultural de la Península, creando una situación bien diferente de los demás pueblos europeos y poniéndola al margen de muchos de los problemas que estos pueblos han vivido.”(1)

 

Los conquistadores dieron a la Península Ibérica el nombre de al-Andalus para todas las extensiones geográficas de dominio musulmán, en cada momento de su historia.

 

Los cuatro primeros siglos de la presencia del Islam en España (s. VIII al XI) se sistematizan en dos grandes períodos: cordobés (s. VIII al X) y taifal (s.XI). A su vez, la historia política del período cordobés se subdivide en tres períodos: emirato dependiente, emirato independiente y califato.

 

El primer período (711- 756) de la época cordobesa es conocido como emirato dependiente de Damasco, porque al- Andalus es gobernada por walíes con poder delegado del califato omeya. Éste es el momento de la conquista, de la expansión del Islam en España, así como también el momento de la lucha y rivalidad entre los diferentes árabes y beréberes que dificultaron la organización de la España musulmana.

 

El emirato dependiente concluye con la llagada de Abd al- Rahman I, un príncipe omeya superviviente de la matanza de su familia a manos de los abasíes, tras la subida de estos al poder en el año 750.

 

Con la llegada de Abd al-Rahman I, se inicia el período llamado emirato independiente, debido a que acabó con la dependencia política de los abasíes, que habían establecido su sede en la ciudad de Bagdad. Abd al-Rahman I, fijó su capital en la ciudad de Córdoba e inició la tarea de construcción de un estado independiente en al- Andalus. Para ello necesitaba fundamentalmente tres cosas: un ejército, unos ingresos económicos, y sofocar las posibles revueltas de sus enemigos.

 

El sistema político de emirato independiente termina en el año 929, cuando Abd al-Rahman III se proclama califa, cargo en el que confluía el poder político y religioso, también conocido como Príncipe de los Creyentes. A partir de entonces comienza el período conocido como Califato Cordobés que se mantiene hasta el año 1008, con la muerte de Abd al-Malik, dando paso a la fitna o guerras civiles de los años 1009-1010 y a la posterior descomposición del califato cordobés (1031).

 

El derrumbamiento de la unidad política cordobesa tras la fitna da lugar en el siglo XI a la aparición de pequeños estados o cantones, conocidos como reinos taifas. Gobernados por príncipes de origen árabe, beréber o eslavón, estas taifas enfrentadas en luchas fronterizas propician el avance de la reconquista cristiana de al- Andaluz, que alcanza el momento estelar con la Capitulación en Toledo en el año1085 ante el rey Alfonso VI de Castilla.

 

Tan delicada situación política obliga a los sultanes taifales a solicitar ayuda a los almorávides norteafricanos: el sultán almorávide Yusuf ibn Tasufin vence a los castellanos en el año 1086 en la batalla de Zallaqa (Sagrajas), cerca de Badajoz, y a partir del año 1090 inicia una paulatina ocupación del territorio hispanomusulmán, con lo que comienza el periodo almorávide.

 

La rapidez de la conquista, con sólo unos 12.000 hombres evidencia el poco interés del pueblo hispano en conservar a sus gobernantes visigodos, lo que favoreció considerablemente el proceso de islamización. Excepto una minoría, mozárabes(2), la población hispana se convirtió a la religión musulmana y se integró rápidamente en las estructuras del nuevo estado. Gracias a una sólida economía, una eficiente administración, un disciplinado ejército y un bagaje cultural muy superior, al- Andalus pudo conservar fácilmente su hegemonía frente a los pequeños reinos cristianos del Norte.

 

Sólo en el siglo XI, con la fragmentación del califato de Córdoba en pequeños reinos taifas, el poderío musulmán entró en decadencia, y aunque los almorávides (3) (1836) y almohades (4) (1172) lo restablecieron en parte por sus victoriosas expediciones, el avance cristiano no puedo ser frenado.

 

La reconquista cristiana se caracteriza por la búsqueda del control territorial contra los dominios del Islam de todo el territorio peninsular. Es un intento de legitimación política de los reinos cristianos, que se consideraban reales herederos y descendientes de los visigodos. La lucha contra los musulmanes tuvo, durante unos años, un carácter esporádico y local, y estuvo centrada principalmente en el estado cristiano constituido en las regiones montañosas de Asturias, Galicia y Cantabria.

 

Las victoriosas expediciones de Abd al- Rahman III y de al- Mansur frenaron momentáneamente los procesos cristianos, pero éstos volvieron a reemprenderlos tras la desmembración del califato de Córdoba en 1031. La ofensiva de los almorávides (1086) no pudo detener los avances de la reconquista que se intensificó en el s. XII hasta llegar a la cuenca del Guadiana. En Aragón, Alfonso I reconquistó Zaragoza (1118) y de apoderó de diversas plazas del bajo Aragón. Posteriormente se realiza la unión catalano- aragonesa, donde Ramón Berenguer IV concluyó la recuperación del valle del Ebro. La ofensiva almohade iniciada en 1172 fue detenida en Las Navas de Tolosa (1212), en la que por primera vez todos los reinos cristianos se unieron contra los musulmanes. A partir de este momento se lucho mediante un avance coordinado.

 

Hacía 1270, los musulmanes solo conservaban el reino de Granada. El proceso de reconquista sufrió a partir de entonces una brusca paralización; las causas principales de este fenómeno fueron: por un lado, la debilidad económica de Castilla, agravada por los continuos conflictos internos, y que contrastaba con el auge experimentado por los reinos periféricos. Sólo la recuperación de Castilla y su posterior unión con Aragón permitió, en 1492, la definitiva expulsión de los musulmanes del reino de Granada.

 

En conclusión la reconquista, además de una campaña religioso-militar, fue una constante empresa de colonización y repoblación de las tierras arrebatadas a los musulmanes, a la que la actual estructura de la propiedad agraria en España debe sus rasgos más característicos

 

 

II.- Descripción del corpus visual

Mezquita de Córdoba y sus ampliaciones

Arquerías de Abd al- Rahman I

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Constituye un monumento muy significativo del arte hispano musulmán, tanto porque Córdoba es la capital de Al – Andalus, siendo el foco artístico del cual se difunden todas las manifestaciones artísticas; y a su vez se destaca por las sucesivas ampliaciones que experimenta entre los siglos VIII y X. Los musulmanes en Córdoba ocupan entre los años 747 y 746 parte de la Basílica Cristiana de San Vicente. Por la necesidad de ampliarla debido a la creciente población musulmana, compraron a los mozárabes la parte restante de la basílica entre los años 784 y 785, junto con las sucesivas remodelaciones en los años 786-788, por mandato de Abd al-Rahman I.

 

En esta primera ampliación, se hicieron once naves orientadas hacia el mirab (5), siendo la central más amplia y separada por columnas con arcos de herradura, en este momento tenía cabida para cinco mil personas. Las once naves de la sala de oraciones se disponen perpendiculares al muro de la quibla (6), con la nave central más ancha y las laterales más estrechas que el resto. La altura de las naves se obtiene mediante un sistema de superposición de soportes y de arquerías. El soporte está formado por una columna estilo corintio en la parte inferior de la que arrancan arcos de herradura, a la que se superpone un pilar en la parte superior, del que arrancan arcos de medio punto. Las columnas son de influencia romana y visigoda, así como los capiteles corintios, levantándose sobre ellos un cimacio visigodo y sobre éste una pieza cruciforme que permite encajar tanto el pilar superpuesto como el arranque de los nuevos arcos con función de entibo(7); los salientes transversales de esta pieza de adornan con modillones de rollo(8). Ambas arquerías tanto la inferior de herradura como superior de medio punto, alternan una bicromía característica, amarillas de caliza y rojos ladrillo.

 

La planta es un cuadrado de 79 metros de lado, dividida en dos partes iguales, la meridional para la sala de oraciones y la septentrional para el patio sin pórticos.

 

De los muros perimetrales de esta primera mezquita, solamente se ha conservado el occidental de piedra sillar, dotado de contrafuertes rectangulares a modo de torreones y merlones dentados (9). Entre los dos contrafuertes centrales de este muro, se abre la Puerta de San Esteban. La fachada se dispone en triple eje vertical; en el central la puerta y sobre ella un friso de arcos ciegos de herradura, mientras que en los ejes laterales se simulan puertas ciegas y sobre ellas vanos adintelados con celosías y arcos de herradura.

 

Después de esta primera ampliación le sucede al- Hisam I, quien mandó a edificar el primer alminar (10) de planta cuadrada y manchón central cuadrado con las escaleras ambos, demolidos posteriormente por Abd al –Rahman III.

 

Posteriormente Abd al- Rahman III (833- 848) ordena ampliar la sala de oraciones (haram) (11). Su trabajo comprende la destrucción del muro de la quibla, dejando los contrafuertes como pilares de enlace, y amplió hacia el sur las once naves en ocho tramos más. Se labraron capiteles; entre estos se señalan los cuatro del mirab actual, así como otros once donde se destaca un nido de avispas. El nuevo mirab también es de planta semicircular hacia el exterior.

 

Muhammad I reformó en el 855- 856 el arco de herradura de la Puerta de San Esteban. También dotó a la mezquita de su primera maqsura (12) o espacio reservado ante el mirab para él y su séquito.

 

Las transformaciones de Abd al- Rahman III se localizan en el patio, que es ampliado hacia el norte, proporcionándole un nuevo alminar y reforzando a su vez la fachada del patio. El alminar se levantó en trece meses, en los años 951-952. Adosado a la parte interna del muro del patio ampliado, y desviado respecto al eje de la nave central, contaba de dos cuerpos superpuestos. El cuerpo inferior es de planta cuadrada y queda dividido interiormente entre dos por un muro con doble caja de escaleras y con accesos desde el patio y desde la calle. Exteriormente en este primer cuerpo presentaba los lados norte y sur con ventanas de arcos gemelos de doble altura, mientras que en los lados este y oeste presentaban arcos triples también de doble altura. Todas las ventanas eran fingidas menos la del sur.

Puerta de al- Hakam II, llamada de San miguel

hacia el lado oeste, en el 965.

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Al- Hakam II, sus ampliaciones se inician al comienzo de su reinado en el año 962. Ingresó un nuevo arco en el mirab en el año 967. Sus ampliaciones responden necesidades de mayor población y con ello derribó el muro de la quibla, prolongando hacia el sur once naves en doce tramos. El nuevo muro de la quibla alberga el mirab y cinco salas a cada lado. Su mayor novedad consiste en la planta con disposición en T, conformada por cuatro cúpulas de arcos cruzados, dos al comienzo y al final de la nave central y otras dos colaterales a ésta última. El tramo entre el mirab y sus dos colaterales conforman además una maqsura, o espacio reservado al califa, con un nuevo sistema de arquerías a base de arcos lobulados entrecruzados en aspa en la parte inferior y de herradura en la parte superior. La cúpula en el inicio de la nave central es de planta rectangular (conocida como capilla de Villaviciosa) y las tres del crucero o maqsura son de plata cuadrada. La fachada del mirab se resuelve en un arco de herradura, el nicho del mirab es de planta octogonal y el arco es sujeto sobre columnas de capiteles reutilizados. Todos estos elementos se decoran con revestimientos de mosaicos de técnica bizantina.

 

La fachada del muro occidental de la ampliación de al- Hakam II, conserva la misma composición en triple eje, aunque con elementos formales nuevos, como el friso de arcos de herradura entrecruzados, que da origen a los arcos túmidos.

 

La última ampliación de la mezquita fue mandada a realizar por Almanzor en 987-988. Esta ampliación no se realiza hacia el sur como las anteriores, sino hacia el este, abriendo grandes arcos al muro oriental de la sala de oraciones y añadiendo en toda su profundidad ochos naves más, quedando descentrado el mirab, y ampliando en la misma proporción el patio.

 

Palacio de Madinat Al- Zahra

Salón Rico de Madinat al- Zahra

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El palacio de Madinat al- Zahra es una dependencia de dicha ciudad, la cual es erigida como materialización urbana del triunfo y consolidación del estado islámico en la Península. La construcción de la misma, se inició en el año 936 como parte del programa político, económico e ideológico puesto en marcha por Abd al- Rahman III, luego de ser proclamado como califal. La ciudad constituye la sede del poder, albergando la residencia privada del soberano y el conjunto de órganos y servicios de la administración califal. Es por ello que se le denomina ciudad palatina ya que no existe en ella una distinción entre palacio y ciudad, sino que fusiona ambos aspectos para actuar en común.

 

Según las descripciones la ciudad estaba dividida en tres terrazas decrecientes con las dependencias palatinas en la terraza alta, en una posición dominante sobre el conjunto del territorio que aprovechaba el desnivel del terreno. Se trataba de un escalonamiento no sólo físico, sino también simbólico, que señalaban su jerarquía en relación con el resto. Los jardines se ubicaban en la media y separaban los dominios de la administración del estado y la población corriente, que se situaba en el último estrato del terreno.

 

El palacio comprendía la casa privada del califa y de los altos dignatarios del estado, los espacio de trabajo doméstico y culinario. Allí se alojaban instituciones burócraticas y políticas y económicas de administración. La instalación se estos conjuntos, iniciada en la década del 950, provocó la ampliación del palacio hacia el este, modificando todo el sistema de comunicaciones con el resto de la ciudad. El palacio quedo dividido en dos grandes sectores, el residencial al este y el político administrativo al oeste.

 

Dos de los conjuntos hasta ahora excavados que surgieron de esta ampliación fueron el dedicado a las recepciones políticas denominado Salón Oriental o Salón Rico y el destinado a la gestión de los asuntos económicos del gobierno, de carácter funcional y como lugar de trabajo, es el Salón Grande.

 

El Salón Rico, llamado así por su abundante decoración de revestimiento mural fue mandado a construir por Abd al- Rahman III entre los años 953-957. Presenta un pórtico de planta rectangular, flanqueado lateralmente por dos estancias o alcobas. Este pórtico da acceso a tres naves longitudinales del salón central, con triple arco de herradura para la nave central y arco doble para las laterales; mientras que en el exterior el pórtico abre en una serie de cinco arcos. El salón basilical es de tres naves, en dirección norte- sur, separadas por arquerías de seis arcos sobre columnas. A ambos lados de este salón basilical, y separadas por un muro, hay una nave extrema a cada lado, que se comunican tanto como con el sector central como con la alcoba correspondiente del pórtico mediante puertas. En cuanto a la decoración presenta motivos vegetales en relieve, en los que están representados los árboles de la vida, también se ubican formas de hojas y flores de paneles murales, modelos procedentes de Oriente. En este salón ya aparece consolidado el estilo califal cordobés, tanto en la decoración a la que se añadieron elementos locales, la proporción de los arcos de herradura, con el trasdós descentrado, y la alternancia de los fustes en color azul y rosado.

 

El Salón Grande es de similar tipología, aunque de mayores proporciones y con el salón basilical formado por cinco naves, separadas por sistemas de vanos abiertos en los muros. Se relaciona su construcción con Dar al- Yund . Junto a las afinidades de salones de recepción hay que mencionar la presencia de corredores y jardines, los corredores son abovedados y se comunican entre si con las diferentes dependencias.

Salón Grande o también llamado Casa del Ejercito

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Entre los elementos artísticos comunes de tradición local se encuentra, el sistema aparejo de la piedra sillar, frisos pintados en rojo y amarillo, interiores de mármol o piedra caliza tallados ornamentalmente, revestimiento mural de tradición bizantina.

De influencia bizantina motivos decorativos geométricos, con combinación de cuadrados y rombos y decoración floral.

 

Giralda de Sevilla

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Es el alminar de la antigua mezquita almohade de la ciudad. Su construcción comenzó en 1184, por orden del sultán Abú Yaqub Yusuf el constructor de la mezquita. A su muerte las obras se interrumpieron, cuando sólo estaba edificado el basamento de piedra sillar. Para los cimientos se utilizaron piedras de antiguas construcciones romanas. Se sitúa adosada en la parte oriental entre la sala de oraciones y el patio.

 

Entre 1188 y 1195 las obras fueron continuadas por orden del sucesor Abú Yusuf Yaqub al-. Mansur.

 

La estructura de la Giralda, responde a la tipología de doble torre, con rampas de subida en lugar de escaleras, entre ambas, y la torre interior dividida en siete estancias superpuestas. Consta de cuatro paredes exteriores y cuatro interiores, y entre estas se encuentra la rampa en espiral inclinada que sube a la terraza; de esta forma era posible para el sultán y los trabajadores subir al alminar a caballo.

 

Lo más destacado de su decoración es la división de sus cuatro en, a su vez, en tres segmentos verticales, de las que la central se reserva para los vanos de iluminación del interior, mientras que las laterales se decoran con dos series superpuestas de paños sebqa (doble red de rombos), cuyos motivos arrancan de columnas y capiteles cordobeses reutilizados por los almorávides.

 

La construcción se terminó en 1196 y en 1198 se añadieron arriba cuatro esferas de cobre pulido que reflejaban la luz del Sol y hacían visible la ciudad a muchos kilómetros de distancia. Con 82 metros de altura fue durante algún tiempo la torre más alta del mundo.

 

Cuando la ciudad fue conquistada por el rey cristiano Fernando III de Castilla en 1248 la mezquita fue adaptada para convertirse en catedral. En 1356 un terremoto destruyó parcialmente la parte superior de la Giralda y se colocaron sustituciones de las partes dañadas. La mezquita fue derribada en 1433 para construir una catedral cristiana que se inauguro en año 1507. La Giralda se salvó de esa destrucción y continuó siendo utilizada como campanario. Posteriormente se construyó un nuevo campanario renacentista, sobre ella (1558-1568),y se colocó una gran veleta de bronce que corona la Giralda y que representa a la fe cristiana. Así adquirió su altura actual de 98,5metros. El nombre de la Giralda proviene de los giros que el viento produce de esta veleta.

 

Torre del Oro

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Es una torre militar albarrana (es decir, separada del resto de la muralla), que estaba destinada a defender el puerto, se hallaba unida por una coracha con el recinto de ciudad. Recibe su nombre al antiguo revestimiento de azulejos de reflejo metálico o loza dorada.

 

Fue mandada a construir en 1220 por el gobernador almohade Abu-e-Ula. Está construida en argamasa con basamento y esquinas de sillería. Sus dos primeros cuerpos son de época almohade; el tercero es un añadido de 1760 de forma circular.

 

El primer cuerpo es de planta docecagonal al exterior, con un núcleo hexagonal, que sirve como cuerpo de escaleras. Entre la torre externa de doce lados y la interna de seis se disponen unas estancias anulares, tres superpuestas en altura, en las que se dividen los espacios por medio de arcos de medio punto, cuyos tramos son alternativamente rectangulares y triangulares, cubiertos de bóveda de arista. El núcleo interior hexagonal, a modo de alminar, con manchón central hexagonal macizo, aloja entre ambos la subida de escaleras, accediéndose desde él a las dos estancias superiores y, por último, a la terraza del primer cuerpo. El segundo cuerpo es la continuación de la altura del núcleo interior, que se convierte en dodecágonal, construido con ladrillo y decorado con alicatos.

 

Alhambra de Granada

La Alhambra es una ciudad palatina fortificada, residencia de la corte de los sultanes nazaríes. El topónimo Alhambra deriva del color rojizo (al-amra) de un castillo que ya se menciona en las crónicas árabes del siglo IX; en aquella época se trataría de un viejo castillo.

 

El más antiguo de los palacios de la Alhambra es el Partal, que en árabe significa pórtico. Fue construido por Muhammad III (1303-1309), atribución basada en las características de la ornamentación y en las inscripciones epigráficas. Asentado sobre la muralla norte, el Partal consta de un patio con alberca, en cuyo lado menor septentrional se dispone un pórtico de cinco arcos, más alto y ancho el central, que apeaban en pilares. El pórtico da acceso hacia el norte a una torre de planta cuadrada, resaltada sobre la muralla, con una sala cuadrada en su inferior. Pórtico y torre forman una planta de T invertida, con sus dos dependencias abiertas por múltiples vanos.

 

clip_image013Partal de la Alambra de Granada

 

La arquitectura palatina de la Alhambra alcanza su período de máximo esplendor en tiempos de Yusuf I y su hijo Muhammad V. A estos dos sultanes corresponden los conjuntos palatinos Comares y los Leones. El palacio de Comares posee en su fachada dos puertas adinteladas, sobre las que se abren dos vanos en arcos gemelos, coronado por todo un alero de madera. La puerta de la derecha da paso a las viviendas privadas, mientras que la de la izquierda, a través de un cuerpo de guardia en recodo, permite el acceso al patio central del palacio. Este gran patio rectangular presenta una alberca en el centro y se le denomina Patio de la Alberca. En los lados largos del patio se disponen cuatro viviendas privadas, para las esposas legítimas del sultán. El pórtico sur de siete arcos, se destinaba al príncipe heredero y a sus educadores

 

El pórtico norte, de siete arcos, abre a un salón rectangular, más ancho que profundo y dotado de alcobas laterales, conocido como, Sala de la Barca, por la forma de la techumbre de madera, a modo de barco invertido. La Sala de la Barca, cumplía la función de cámara real, o dormitorio de verano.

 

En el interior del Torreón de Comares, se encuentra el salón del Trono de Yusuf I, o Salón de los Embajadores, que comunica por el sur con la Sala de la Barca. En sus tres lados libres ofrece triple alcoba en el grueso de sus muros, el sistema de revestimiento mural, con azulejos en la parte inferior y yeserías en la superior, sigue el modelo ornamental nazarí.

 

El salón del Trono del Torreón de Comares se cubre con una techumbre de madera a cuatro paños, quebrados en tres planos inclinados, y rematados por un tablero cuadrado en el centro, a modo de bóveda esquifada. El tablero del cuadrado central se decora con un cubo de mocárabes y en torno a él, descendiendo, se forman siete círculos concéntricos a base de estrellas de ocho y dieciséis puntas. Esta techumbre es la representación simbólica de los siete cielos del Paraíso islámico, con el trono de Dios situado en el octavo cielo, el cubo de mocárabes, mientras que las calles de limas representarían los cuatro árboles de la vida.

 

A oriente del palacio de Comares, y en una terraza inferior, se sitúa el Baño Real. El acceso original se realiza desde le patio de la alberca, junto al pórtico norte. Se accede, pues, a una dependencia situada en alto, que apea sobre cuatro columnas, con dos alcobas en los lados oriental y occidental.

Patio de los Leones                                      

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Formando un ángulo recto con el palacio de Comares se sitúa el palacio de Leones, el cual fue mandado a edificar por Muhammad V, quien construyó para sí una residencia nueva. El patio rectangular que centra el palacio de los Leones es de crucero, dispuesto en dirección este-oeste, y rodeado de pórticos en todos sus lados, con dos pabellones que avanzan sobre el patio en los lados menores. Esta dividido en cuatro jardines, hoy sin vegetación, por dos andadores que se cruzan en el centro, donde queda emplazada la fuente. Cuatro salas rodean el patio de los Leones.

 

En el lado poniente, la sala de los Mocárabes servía de vestíbulo de entrada, y recibe este nombre de la bóveda con que se cubría. En el lado meridional, la sala de los Abencerrajes se utilizaba en la parte baja para los festines invernales, donde los comensales se situaban en las dos alcobas laterales, separadas por arcos gemelos del espacio central de planta cuadrada.

 

En el lado oriental, la sala de los Reyes, totalmente abierta al patio, fue la gran estancia de las fiestas de verano; el espacio de este conjunto se halla compartimentado, a base de tres tramos cuadrados, sumamente luminosos por estar abiertos al pórtico, que se alternan con otros tramos rectangulares, que quedan en sombra al hallarse cerrados la lado del pórtico. Estas tres alcobas o comedores de verano se cubren con magníficos techos de madera, abovedados y pintados sobre cuero. El techo de la alcoba central se representa una reunión de diez personajes musulmanes, que se han identificado con los diez primeros sultanes de la dinastía nazarí, desde Muhammad I a Muhammad V, en cuya época se realizaron las pinturas.

 

En el lado septentrional del patio de los Leones se localiza la sala de las Dos Hermanas, y al fondo el mirador de Lindajara, el salón del trono. La disposición de esta sala es de una estancia central de planta cuadrada, flanqueada por otras tres rectangulares; en la parte alta se alberga una vivienda privada, la sala central se cubre con una gran cúpula de mocárabes, de planta octogonal sobre trompas de ángulo.

 

 

Citas:

(1) Bozal, V. (1972).Historia del arte en España. Madrid. Istmo. p.47

(2) Se aplica a las poblaciones cristianas que permanecieron en el territorio musulmán tras la conquista de la península. Pevsner, N. (1980).Diccionario de arquitectura .Madrid. Alianza. p.356

(3) Dinastía y movimiento religioso islámico de los s XI y XII, que tuvo su origen en la tribu sahariana beréber de los sanhaja. Después de dominar el Sahara occidental, iniciaron la conquista del norte de África hasta llegar y dominar parte de la Península Ibérica. Gran Enciclopedia Ilustrada Círculo. Vol. 1. (1984) Barcelona. Circulo de Lectores. p.136

(4) Dinastía y movimiento religioso islámico que surgió de la tribu masmuda, en el Atlas. Muhammad ibn Tumart se proclamó mahdi y organizó la rebelión beréber contra los almorávides. Gran Enciclopedia Ilustrada Círculo. Vol.1.(1984) Barcelona. Circulo de Lectores. p. 139.

(5) Nicho excavado en el muro de la quibla de una mezquita que actúa como foco para la oración. Pevsner, N. (1980) Diccionario de arquitectura. Madrid. Alianza. p. 435

(6) Dirección en la cual debía volverse cada musulmán cuando oraba. En una mezquita siempre esta señalada por el muro. Pevsner, N. (1989) Diccionario de arquitectura. Madrid. Alianza. p. 512.

(7) Es el insertado, a través de una nave o un ábside, en la mayoría de los casos, para evitar una posible inclinación de los muros. Pevsner, N. (1980). Diccionario de arquitectura. Madrid. Alianza. p. 45

(8) Modillón en cuya cara cóncava se superponen una seria de banquetones horizontales, a veces interrumpidos en el centro por una banda plana vertical. Pevsner, N. (1980) Diccionario de arquitectura. Madrid. Alianza. p. 440

(9) Cada uno de los huecos existentes entre almena y almena. Dentados corresponde a los huecos de las gradas.

(10) Torre de grandes proporciones, añeja a una mezquita y utilizada para la llamada

a la oración. Pevsner, N. (1980) Diccionario de arquitectura. Madrid. Alianza.

p. 436

(12) este término indica en árabe un vallado que se sitúa alrededor del mihrab

principal y que cerca un espacio destinado al soberano.

http://almendron.com/arte/arquitectura/islam/cap_05/islam_054.htm

Bibliografía:

1.- Bozal, V. (1972). Historia del arte en España. Madrid. España: Istmo

2.- Gaya N, J. (1948). Historia del arte español. Madrid. España: Plus-Ultra.

3.- Historia del arte. Tomo 3 (1999). El Islam, renacimiento y barroco. Madrid. España: Espasa Calpe.

4.- Enciclopedia Salvat Diccionario. Tomo 5. (1972).Barcelona. España: Salvat Editores

5.- Pevsner, N. (1980). Diccionario de arquitectura. Madrid. España: Alianza

6.- Ars Hispaniae. Vol. IV. (1946). Historia universal del arte hispánico. Madrid. España: Plus-Ultra.

7.- Historia Universal del Arte. Vol. III. (1992). La edad media. Barcelona. España: Planeta.

 

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