lunes, 16 de marzo de 2009

Resumen: Hogarth (1697-1764)

 

William Hogarth es un pintor británico y el más significativo de su época. Su formación inicial no transcurre en el mundo de la pintura sino en el del grabado a través de la mano de Ellis Gamble, un grabador profesional de escudos de origen francés, quien ejercerá una gran influencia en su pintura. También estudió en la Academia de pintura que se había fundado en Londres, pero su obra no es representativa de la misma ya que sus modos de pintar no son los convencionales.

Su gran capacidad para memorizar todo aquello que veía, en un momento donde el auge del comercio de grabados -entre ellos muchos procedentes de Francia- era intenso, le permitió archivar en su memoria un amplio repertorio de ideas, composiciones y fórmulas que utilizaría y condicionará posteriormente sus obras pictóricas.

En cuanto a su carácter, Hogarth fue un hombre preocupado en lo excesivo por el reconocimiento de su trabajo, quería divulgar su labor y hacerse publicidad dentro de la sociedad para cumplir con sus ambiciones de prestigio. De acuerdo con su forma de ser, puede decirse que lo que le atrajo a la idea de ser pintor, es la fama y la distinción que rodea a los artistas una vez nombrados caballeros y el lugar que ocupan en la historia de la pintura, aunque él dice que su decisión de ser pintor se debe a su admiración por las obras de Thornhill de St. Paul, a quien quiso superar toda su vida, y Greenwich. En esta medida su carácter condiciona su modo de trabajar y su preocupación constante por la venta de sus obras.

La obra que apertura su lugar de pintor dentro de la sociedad es La ópera del mendigo, que consiste en una escena teatral fidedigna, de un instante real del drama. Con esta obra recibió el encargo de hacer algunos cuadros iguales con pequeñas variaciones, y gracias a estos se dio a conocer como pintor de retratos a pequeña escala. A partir del año 1729, se enfoca en la realización de los “retratos de conversación”, género que fue introducido por Mercier y que comenzaba a hacerse popular. Estos retratos de grupo o de conversación se caracterizan por la representación de grupos de personas hablando en un sitio de reunión a la vez que se exponen los caracteres individuales de cada uno que los que lo conforman; además son realizados sin un dibujo previo, porque Hogarth improvisaba a la que vez que pintaba.

Para el año 1731 realizó una serie de cuatros titulada A Harlot´s Progress, de los cuales se elaboraron grabados, que significó un acontecimiento en la pintura ya que personas de todo rango social los adquirieron. Se caracterizaban por la disposición de grupos escénicos y conversaciones, con características comunes y la intención de Hogarth fue precisamente crear una modalidad de la pintura novedosa, con temas morales modernos. Esta serie conforma una triple intención del artista como escritor dramático, moralista y pintor. La siguiente serie titulada ARake´s Progress, no posee características homogéneas dado que el producto principal era la venta de grabados y no el cuadro en sí. La ejecución de esta serie da como resultado un giro total de la tradición técnica de la pintura en vista del auge de la reproducibilidad técnica del arte y su consecuente popularización y difusión, que a su vez genera un punto de igualdad de clases en la medida en que todos pueden tener acceso al arte.

Dado el éxito alcanzado por las series de grabados, para el año 1734 Hogarth se vio interesado en la realización de pinturas con temas históricos, pero sus intentos no demandaron ningún encargo ya que carecían de la monumentalidad típica de este genero.

Luego de ello siguió ahondando en el terreno del retrato y presenta ante el público en el Foundling Hospital, el retrato de cuerpo entero titulado El capitán Coram, hombre que había sido director de dicho hospicio, siendo este lugar también sitio de exposiciones de arte. Este retrato se caracteriza por estar elaborado a escala real y significa una de los primeros expuestos ante el público de Gran Bretaña. Su importancia radica en que es la apertura de un retrato de estado, la dignificación de la clase media, la exaltación del carácter y de los derechos. Esta obra luego será modelo de la tradición del retrato en Gran Bretaña que trasciende al resto de Europa.

Su última serie Marriage à la Mode, es considerada la mejor de sus series tanto en sus aspectos estéticos como críticos, que manifiesta las costumbres de la época y los temas morales. A pesar de ello el resultado de esta serie no fue el esperado puesto que los temas morales moderno no eran de interés público. De esta manera intenta por última vez seguir el camino de la pintura histórica aprovechando los acontecimientos del 45, donde conjuga los temas morales junto con la sátira política.

La importancia de Hogarth en la historia de la pintura británica no es tan reconocida como en la historia de la pintura de Europa, si se atiende que difunde el retrato de conversación, la pintura moral, la recuperación del tema histórico, la serie pictóricas también llamadas novelas. Su obra se desempeña en el reinado de Jorge II y este periodo es considerado como el formativo de la pintura británica que crece a finales del siglo XVIII. Entre los cambios sociales de su arte, el retrato pasó a abarcar las clases medias que cada vez se consolidaba más y se enriquecía.

 

Waterhouse, Ellis. (1994). Pintura en Gran Bretaña 1530- 1790. Cátedra.

“Capítulo 11: Hogarth (1697-1764)”p. 187-199

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